
¿Amor o simple compromiso? Buena pregunta que debían hacerse los individuos en aquella época ¿No crees? Que tiempos aquellos, en los que realmente no nos hubiese gustado vivir, ¿Cierto o no?, remontémonos al México antiguo tan solo unos instantes, a aquellas épocas donde uno como mujer pasaba a segundo plano en este compromiso social.
Así pues, el matrimonio era un asunto económico, social y político a la vez. Basémonos en la polémica que causo en nuestra clase de Sociedad y desarrollo la lectura y análisis de El fracaso del amor. Un libro realmente polémico, quizá porque desde el título nos impactó, pues debemos considerar que este es un tanto atractivo pero al mismo tiempo un poco tramposo y pesimista: lo que el libro parece decirnos es que a lo largo de un siglo, el XIX, y en la eterna pugna entre los géneros, con el naciente afán individualista, el amor resultó duramente sacrificado, pues nos llevó a compenetrarnos en cada una de sus páginas y en cada capítulo donde encontramos actitudes y acciones tan contrastantes como matrimonios, concubinatos, adulterios, rencores, venganzas, resentimientos y, finalmente, convenios económicos, lo mas triste de todo muy poco amor, al menos tal como lo entendemos hoy, como la comunicación íntima de dos personas, no sólo la firma de un convenio, la recepción de un sacramento o el frenesí de un arrebato sexual.
Ahora, y ciertamente nosotros quienes vivimos en el siglo XXI todavía creemos saber lo que es el amor y nos parece ciertamente frustrante y extraordinario lo que nos narra Ana Lidia García Peña acerca de su propio fracaso. Lo que significa que antes de hablar de amor, como de cualquier otro sentimiento en aquella época, hay que situarlo dentro de su tiempo y de sus circunstancias. Así bien el libro no busca aclarar el concepto, puesto que tampoco parece necesario cuando se va a tratar de divorcios y pleitos conyugales.
Pero hemos de preguntarnos porque durante siglos la palabra amor tuvo un significado diferente, circunscrito al ámbito religioso y sublimado como caridad, o condenado como amor profano, tentación de Satanás. Este es otro dilema que se nos presenta el amplio mundo de El fracaso del amor, en donde la doctora García Peña, afirma que hay algo del mal amor, pero nada del que nos parecería bueno; mucho de autoridad, de violencia y de sadismo y nada de compenetración, de confianza y mutuo apoyo. Cerca de los 300 matrimonios que pidieron el divorcio a lo largo del siglo parecían odiarse, y por lo mismo, se hacían la guerra. Y claro está que en una guerra vencerá el que tenga más armas o sepa utilizarlas mejor. En este caso y en la mayoría casi siempre ganaban los hombres, pues eran los de mayor autoridad y de mayor fuerza física, pero… ¿Y que hay de ellas? … nunca esta de más averiguarlo ¿No crees?...
María Luisa González Peña 1050280
Bibliografía:
ANA LIDIA GARCÍA PEÑA, El fracaso del amor. Género e individualismo
en el siglo XIX mexicano, México, El Colegio de
México, Universidad Autónoma del Estado de México, 2006
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