domingo, 8 de abril de 2007

UNA JUVENTUD CRIMINAL

[Una Problemática del México Actual: Criminalidad]







No existe mayor castigo para el hombre que la perdida de la libertad. Ese sentimiento de poderse mover a donde uno quiera, a donde sus deseos lo lleven. Dado que el hombre ha nacido para ser libre, para decidir por si mismo. Así nos lo he dejado ver la historia entre sus incontables independencias, revoluciones, guerras civiles, etc., todos estos conflictos siempre se han llevado a acabo tras una profunda lucha por la libertad, ya sea desde la libertad de expresión hasta la libertad de poder elegir lo que uno guste. Es un instinto tan fuerte como aquel de sobrevivir, como prueba tenemos todo el derramamiento de sangre que se ha dado en la mayoría de las luchas con carácter de libertad. No hay hombre que halla nacido para estar atrapado, encerrado o cautivo, toda nuestra vida tenemos batimos una lucha cotidiana contra todo aquello que nos quita libertad, ya es instintivo, siempre estamos en contra de lo que nos restringe, tal son las leyes o una sociedad llena de prejuicios.

No hay mayor castigo que quitar la libertad a un ser, y más aun cuando se esta joven. Si bien en el diccionario no son sinónimos libertad y juventud si lo son en la práctica. Durante todo la juventud el ser humano intenta romper con tantas restricciones que se le ponen en frente, existe el grito interno de libertad, que no calla y por lo contrario se queda un eco que es incontenible dentro de uno, hasta el punto casi de explotar, ya estamos programados para pedir con mayor grado nuestra libertad casi total durante la juventud. Cuando se es joven se ama el desdén que uno tiene por romper cuantas reglas hay. Entonces que orilla a que un joven cometa un crimen a sabiendas que el castigo más seguro será la perdida de la libertad en una prisión, ¿que aspectos favorecerán la realización de dichos crímenes durante la juventud ?. Sin duda lo primero que se nos viene a la mente es la familia, como núcleo social y si en efecto es cierto, como lo muestra el informe de derechos humanos acerca de las prisiones en le DF. encontramos que mientras la proporción de los hombres que vivieron con ambos padres fue del 60 por ciento, en las mujeres se redujo al 45 por ciento, esto nos puede dar una imagen real de cómo la desintegración familiar afecta de manera muy significativa la probabilidad de cometer una delito durante la juventud, y con mayor importancia a las mujeres quienes tienen un mayor índice que supera al de los hombres en un 15%.

Pero la desintegración tiene sus matices especiales, ya que puede presentarse la ausencia del padre o de la madre, o de ambos, la ausencia ya sea de uno o de otro afecta, en números, jovenes que vivian con su madre se fueron del hogar antes de los 10 años de edad tan solo el 20 por ciento, en tanto que el resto 80 por ciento salió cuando estaba entre los 15 y los 19 años. La proporción aumentó de manera aún más significativa en aquellos que vivieron con el padre: el 60 por ciento contaba con menos de 10 años de edad, otro 20 por ciento tenía entre 14 años, y el 7 por ciento entre 15 y 19 años.

Estos números son alarmantes, puesto que podemos ver que la desintegración familiar favorece significativamente a los jóvenes a cometer un delito. Si bien no es la única causa, si es una de las más importantes si no es que la máxima, es por esto que es de suma importancia elevar el grado de preocupación de una sociedad por el bienestar de sus familiar como forma de prevenir un gran números de problemas sociales de un país.



Luis Gustavo Trueba T. 961032



Referencia:

http://directorio.cdhdf.org.mx/libros/diagnostico_reclusorios/Interiores.pdf

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